En noviembre de 2019 tuve la suerte de pasar un fin de semana en el Delta del Ebro con un pequeño grupo de amigos entre los que se encontraban Juan, Paco, Francisco, Patri, mi primo Fran D. Cuevas y su esposa Sonia. Era la segunda vez que mi primo y su esposa viajaban al Deltebre, pero para el resto y para mí fue la primera experiencia, en realidad fue mi primer viaje puramente fotográfico.

Había visto algunas fotografías del lugar y pude hacerme una idea de lo que íbamos a fotografiar, incluso me marqué el objetivo de realizar fotografías de larga exposición diurna buscando parajes donde el mar y el cielo tienden a fundirse.

El fin de semana no empezó del todo bien, debido al fuerte viento que nos encontramos, pero cuando éste amainó y dejó paso a las nubes pudimos materializar nuestro objetivo. Por muchas fotos que hubiera visualizado no fue hasta llegar allí cuando pude comprender las posibilidades que aquel sitio ofrecía para realizar este tipo de fotografías. Sin duda marcó un antes y un después en mi forma de observar la luz y de entender en cierta manera la fotografía, un lugar al que me gustaría volver y pasarme las horas fotografiando entre el mar y los arrozales.

La serie de fotografías que muestro a continuación se realizó mediante técnicas de larga exposición diurna y utilización de filtros de densidad neutra.